En Netwomening acompañamos a las mujeres afganas como amigas, en lo emocional, en la búsqueda de empleo, vivienda, formación… Pero está claro que en ocasiones, sus necesidades materiales son muy grandes. Por ejemplo, ¿Cómo pasar el verano en Madrid a 40 grados sin un ventilador? ¿Cómo seguir mi clase de español on line si no tengo un ordenador? o ¿Cómo comenzar el curso sin mochilas y material escolar para mis hijos? Esas peticiones que nos llegan de primera mano, nos hicieron movilizarnos y pedirle a nuestros compañeros de la empresa Alnylam, cuya generosidad es el soporte económico principal de Netwomening, una donación extraordinaria de material de primera necesidad para las mujeres a las que ayudamos, sus hijos y familiares.
Alnylam respondió muy positivamente y generó una actividad entre sus empleados para sensibilizar sobre esta situación, fruto de la cual, hemos recibido una donación con todo lo que necesitábamos. Nuestro agradecimiento es muy grande. Las compañeras que formamos el equipo de ayuda, hemos ido repartiendo este material por todo Madrid y hemos sido testigos privilegiadas del alivio que les ha producido recibirlo.
Hoy hemos recibido esta preciosa carta, que nos emociona y alienta a seguir dándolo todo:
¡Saludos y respeto!
Escribo esta carta como una muestra de mi más profundo agradecimiento por su apoyo incondicional hacia mis hijos. Mientras que mis hijos estaban privados de educación y acceso a la enseñanza en Afganistán, hoy, en España, en un entorno seguro y de apoyo, pueden continuar con sus estudios y experimentar el sueño de aprender.
Su apoyo en la compra de los materiales escolares necesarios para mis hijos no solo nos ha aliviado de una carga, sino que también es un reflejo de su amor y humanitarismo. Su acción nos ha dado esperanza y nos ha hecho sentir que en este mundo más grande hay quienes se preocupan por nosotros y por el futuro de nuestros hijos.
Su presencia en nuestras vidas no solo les brinda a mis hijos la oportunidad de estudiar en un ambiente tranquilo y seguro, sino que también les recuerda que siempre hay esperanza y que el amor de las personas puede ser salvador incluso en las circunstancias más difíciles.
Recuerdo los días en que mis hijos, bajo la sombra de la guerra y la inseguridad, alimentaban sus sueños en su corazón. Pero ahora, en esta tierra segura y con su apoyo, las flores de la esperanza han vuelto a florecer y el sonido del conocimiento resuena en sus corazones.
Espero el día en que todos los niños, sin importar su lugar de residencia, puedan beneficiarse de la educación, y ustedes seguirán siendo parte de este gran cambio en nuestras vidas.
Quiero agradecer a las heroínas del equipo de Netwomining. Con un corazón lleno de amor y empatía, se esforzaron por brindar ayuda y hicieron todo lo que estaba a su alcance para servir a la humanidad. Este equipo, como un puente sólido, restableció la conexión entre nosotros y el equipo de Alnylam. Su recuerdo y nombre permanecerán en nuestros corazones por siempre, ya que se convirtieron en una luz de esperanza para aquellos corazones desalentados en los momentos más difíciles. Sin duda, sus incansables esfuerzos y su espíritu generoso son un símbolo de humanidad y solidaridad que perdurará en la historia.
Fariba Quraishi, madre afgana de tres hijos: Marjan, Maryam y Omar.