🗓️ 15 de agosto de 2024
Han pasado 3 años desde que los talibanes recuperaron el control de Afganistán y el gobierno en Kabul. A pesar de su promesa inicial de respetar los derechos humanos, han impuesto su estricta interpretación de la sharía con ejecuciones públicas, amputaciones y flagelaciones. Desde entonces, se han revertido los avances en derechos y libertades, especialmente para las mujeres, quienes sufren severas restricciones en educación, empleo y movimiento, y son castigadas por protestar.
Afganistán atraviesa una grave crisis económica y social debida a la guerra continuada y al cambio climático, con una sequía catastrófica que agrava la falta de alimentos y la existencia de enfermedades endémicas, causa desplazamientos, pobreza y desnutrición, y afecta a más de 23,7 millones de personas.
La peor parte se la llevan las mujeres
La ONU califica la situación bajo la que viven mujeres y niñas de “apartheid de género” por la violación sistemática de sus derechos. Richard Bennett, relator especial sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, ha afirmado en este artículo 👉 que «las mujeres y las niñas en Afganistán sufren una grave discriminación que puede constituir persecución por motivos de género –un crimen de lesa humanidad– y apartheid de género, ya que las autoridades de facto parecen gobernar mediante una discriminación sistémica, con la intención de someter a mujeres y niñas a una dominación total».
Desde Netwomening pedimos a los gobiernos de los países y a todas las instituciones internacionales que exijan a los talibán el restablecimiento de los derechos de las mujeres y las niñas y el reconocimiento de su igual dignidad que los hombres y niños.
Y os regalamos este poema que ha querido compartir con nosotras Fátima Kamandi Naseer, activista y vicepresidenta de Aria-E:
Alabaré tu orgullo afgano, mujer. Alabaré tu valentía, mujer. Ha vivido con paciencia y ha dado a luz a niños fuertes y héroes que han merecido muchos honores para su país. El país lo ha perdido todo en estas tres décadas de guerra, nunca hemos perdido el coraje y nunca lo haremos. Pero algunas personas que se vendieron y dieron a luz a sus hijos con su sangre vendida, su futuro es funesto. Deje que sus amigos vean cómo nuestras trabajadoras mujeres pulen el trabajo por el pan para la familia.